Resistencia al fascismo

Se fortalece la lucha popular pese a los asesinatos impunes

Resistencia al fascismo

Continuidad: el asesinato de periodistas y de varios militantes de la resistencia popular, las denuncias de sistemáticas violaciones a los derechos humanos y la endeble situación económica chocan con el interés de distintos países de reconocer como legítimo al régimen surgido tras el golpe cívico militar. 

 

Los hechos parecen calcados: identificación de militantes populares, ataques a balazos, muerte a manos de desconocidos e impunidad. Al menos cinco periodistas y cuatro activistas de la resistencia fueron asesinados en Honduras en apenas un mes. Al cierre de esta edición, Bayardo Mairena y Manuel Juárez, dos reporteros murieron tras ser atacados con armas de fuego por hombres no identificados cuando viajaban en automóvil en el departamento de Olancho. A la lista se suman Joseph Ochoa, ultimado en un atentado en Tegucigalpa contra su colega Karol Cabrera, que resultó herida y a quien en diciembre pasado le mataron una hija de 16 años embarazada. El 11 de marzo fue asesinado David Meza, periodista de Radio El Patio de la ciudad de La Ceiba. Cuatro días más tarde, en la ciudad de Tocoa, fue asesinado Nahum Palacios, quien dio cobertura al conflicto en el Bajo Aguán, donde unas tres mil familias están siendo víctimas de hostigamiento por parte de terratenientes poderosos. Esa misma lucha también costó la vida a los dirigentes campesinos José Antonio Cardoza y José Carías. Esa misma semana también fue ultimado a balazos el profesor José Manuel Flores, maestro del Instituto San José del Pedregal, en Tegucigalpa, y uno de los máximos referentes del Frente de Resistencia en esa zona de la capital del país. Otra militante del Frente, Claudia Larissa Brizuela, fue asesinada a balazos, a fines de febrero, en su vivienda de San Pedro Sula, también por individuos no identificados. Su padre es el histórico militante comunista hondureño Pedro Brizuela, uno de los máximos representantes en San Pedro Sula de la lucha por la Asamblea Nacional Constituyente. El recrudecimiento de los ataques contra militantes sociales fue denunciado durante el Segundo Encuentro Nacional por la Refundación de Honduras, realizado en la localidad de Esperanza, entre el 12 y el 15 de marzo. Casi un millar de delegados de todo el país de las diferentes organizaciones sociales y políticas que integran el Frente Nacional de Resistencia Popular (Fnrp) discutieron sobre la refundación del país, la construcción del poder popular y del poder constituyente y los mecanismos para que el pueblo participe de la instalación de una Asamblea Nacional Constituyente Popular y Democrática “en donde se reconozca e integre la diversidad de pensamientos y de luchas del pueblo de Honduras”. La consulta popular prevista se realizará el próximo 28 de junio, cuando se cumpla un año del derrocamiento del presidente Manuel Zelaya y del intento del entonces jefe de Estado de plebiscitar una nueva Carta Magna. Desde el Frente de Resistencia sostienen que la represión se relaciona con el fortalecimiento de la organización social, surgida tras el golpe de Estado y consolidada en los meses siguientes. La estrategia oficial –denuncian– es romper la unidad. De hecho, el documento final establece que “continuamos en resistencia contra los golpistas y sus aliados nacionales e internacionales, por lo tanto no reconocemos el gobierno fraudulento de Porfirio Lobo”. Y plantea que “continuamos en la construcción de las propuestas históricas del movimiento social hondureño, que se enfilan a erradicar el sistema de dominio neoliberal, patriarcal y racista”. El texto reivindica “las luchas por la tierra, por la justicia, por la defensa de la riqueza natural y por el respeto a los derechos humanos” y “el derecho legítimo y soberano de ejercer el poder popular (…) que rebasa el carácter representativo y por lo tanto se asume legítimo para delegar así como para revocar esa representación”. 

Reconocimiento inoportuno

 

Los integrantes del Frente de Resistencia advirtieron a los gobiernos de América Latina sobre la continuidad de prácticas represivas contra militantes sociales, en un intento por torcer la voluntad de varios países de reconocer la legitimidad del régimen de Lobo, designado presidente tras las elecciones del 29 de noviembre de 2009. El Salvador, Panamá, Brasil, Colombia y otras naciones coinciden en que llegó la hora de reinsertar a Honduras en América Latina, luego de que la OEA decidiera suspender al país tras el derrocamiento de Zelaya. Pero otros países, como Nicaragua y Venezuela, pidieron revisar la situación actual del país antes de tomar una determinación. En el caso de los países centroamericanos, la urgencia por recomponer relaciones con Honduras guarda un interés superior: el acuerdo de asociación con la Unión Europea, actualmente en negociación, demanda a la región centroamericana estar “debidamente integrados”, en palabras del canciller salvadoreño Hugo Martínez. El actual ministro de Relaciones Exteriores de Honduras, Mario Canahuati, asegura que unos 50 países han restablecido sus relaciones con Honduras, incluyendo a los organismos financieros internacionales que preparan ayuda crediticia para el país. En función de esa ayuda internacional, el Parlamento aprobó, a fines de marzo, dos proyectos solicitados por el Poder Ejecutivo que incluyen medidas fiscales orientadas a garantizar la estabilidad económica y social, racionalizar el gasto público y mejorar la recaudación de impuestos.