Cs. Comunicación
La última sesión de la junta de carrera, el martes 2 de marzo, corroboro la postura de la gestión en Comunicación: por su parte, no existe intención de generar espacios genuinos de debate y participación para la comunidad académica en su conjunto para los temas que conciernen a nuestra carrera.
Esta postura, si bien no fue manifestada abiertamente, se pudo deducir a partir de sus argumentos en defensa de los desdoblamientos. Con la mayoría automática en la junta, la votación estaba decidida de antemano, los representantes del claustro de docentes y graduados responden (y va a seguir respondiendo dos años más) a la Dirección de la Carrera.
Sin embargo, aún con sus limitaciones, el espacio de la junta fue visto, por el conjunto de las fuerzas que componemos el espacio interclaustro, como un lugar donde se debía intervenir colectivamente, no solo para exigir explicaciones a la Dirección respecto del grosero proceso de desdoblamiento, sino también para demostrar la existencia de un espacio político que, sobre la base de consensos, propone métodos y mecanismos alternativos para llevar adelante propuestas políticas y académicas para la carrera de Comunicación.
Si bien, ganaron en la votación, perdieron en la discusión. Una vez planteados los ejes de debate (desdoblamientos: contenidos y formas, cátedras paralelas, oferta horaria, reforma del plan de estudio, ajuste presupuestario, democratización), los argumentos esgrimidos por los distintos representantes de la Dirección apuntaron a demostrar los logros de su gestión al frente de la carrera. Sobre esa base, justificaban los mecanismos antidemocráticos por los cuales toman las decisiones, minimizando el proceso de desdoblamiento a un mero problema técnico en comparación a los avances obtenidos.
La Dirección, reconoció no haber consultado a ningún representante de los claustros (de estudiantes, docentes y graduados) al tomar la decisión de desdoblar cátedras. Incluso defendió esa postura, alegando que es potestad del “ejecutivo” (la Dirección) y es tanto legal como legítimo tomar esas decisiones sin consultar, ya que el voto mayoritario en los claustros de docentes y graduados (numéricamente muy inferior al claustro estudiantil) les había conferido ese derecho.
Otro tema reconocido por la Gestión, fue la nula comunicación de los desdoblamientos por vías institucionales. Los primeros enterados (de boca en boca) del hecho consumado fuimos unos pocos. En consecuencia, tomamos la responsabilidad de difundir el tema, pese a nuestras limitaciones por la falta de recursos para informar a la mayoría de la comunidad académica. Ni siquiera hicieron una aclaración en la página del sistema de inscripción, mucho menos un mail a la totalidad de los estudiantes explicando la situación de las nuevas cátedras, como suelen hacer con otros temas (boletines informativos electrónicos, cursos o talleres, etc.). Un déficit comunicacional (¿En la carrera de Comunicación?) absolutamente solucionable, pero en esta coyuntura parece extrañamente olvidado. Poco creíble.
Por otro lado, admitieron no tener NINGUN registro de las nuevas cátedras truchas, ni expediente, ni programa para dichas cátedras, sin justificación, métodos o contenidos. De esta forma, además de reconocer un estado de ilegalidad inverosímil, niegan el derecho legítimo de todos los y las estudiantes de conocer e informarse acerca de las cuestiones básicas que supone un enfoque determinado de cualquier cátedra en cualquier carrera universitaria. ¿Otro “déficit” de comunicación? En apariencia, es poco creíble.
Como si con esto no bastara para demostrar lo grosero en las formas de manejarse de la Dirección de la Carrera, dentro de las respuestas que exigimos en la junta, se planteo el caso específico de la cátedra fantasma de Levenberg. Esta cátedra figuró en la planilla de inscripción, con sus prácticos y teóricos perfectamente delimitados, el jueves 11 de febrero (el día anterior a la fecha de inscripción, el viernes 12). Ante su desaparición en la oferta para el otro día, el viernes, la Gestión argumentó un “error en la carga de datos de la planilla del Excel” producto del clima de calor insoportable a la que estaban sometidas las personas a cargo de dicha tarea. ¿Un factor ambiental como respuesta? Una vez más, en apariencia, poco creíble.
Esta serie de explicaciones se desarrollaron a lo largo de aproximadamente 5 horas de reunión. Para el conjunto de cuadros políticos, técnicos y académicos, que con experiencia dirigen hace varios años la Carrera de Comunicación, es muy difícil creer que esta serie de “infortunios” se hayan dado de forma casual. No creemos que las decisiones hayan sido ingenuas, sino todo lo contrario, fueron decisiones premeditadas con la intención de consolidar su espacio político al frente de nuestra carrera.
Que nuestra Dirección oculte la información sobre cualquier tema que hace a nuestra carrera universitaria, no es solo una irresponsabilidad (intencional) en el desarrollo de su gestión, no es solo una maniobra para mantener el poder político en un espacio de poder y decisión (como lo es la Dirección de la Carrera), es por sobre todas las cosas, el avasallamiento a un derecho fundamental de cualquier miembro de la comunidad académica: el Derecho a la Información.
¿Qué queda para adelante? Fortalecer el espacio interclaustro, promoviendo un proceso de participación de todos los y las estudiantes que nos permita sumar a mas compañeros y compañeras en la discusión. Esta lucha no debe terminar en la votación de la última sesión de la Junta de Carrera, sino que, tanto como agrupación estudiantil SUR y como estudiantes de Comunicación que formamos parte del espacio interclaustro, tenemos que interpelar a los y las estudiantes, curso por curso, haciendo de este mamarracho institucional un eje de debate en todo el estudiantado para el comienzo de la cursada.
Es por eso que convocamos a todo el estudiantado de Ciencias de la Comunicación a participar de la próxima asamblea interclaustro, el jueves 18 de marzo a las 20:30hs, para seguir difundiendo el problema de los desdoblamientos y definir nuestros pasos a seguir en esta lucha. Por una real y profunda democratización de la carrera. La única opción que nos queda es la lucha estudiantil, por más oferta horaria, por mejores condiciones de cursada, por más presupuesto, porque cada vez mas los estudiantes ingresen, permanezcan y se egresen de la carrera que elegimos para construir una comunicación popular y alternativa.
Movimiento SUR
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